Te comento que este procedimiento un muy común aplicarlo cada que obtienes un saldo a favor y quieres compensarlo contra tu mismo impuesto.
Resulta que realizamos el cálculo anual de una empresa durante un ejercicio fiscal y se obtuvo un saldo a favor muy alto y nuestra recomendación al cliente fue recuperar este saldo a favor mediante la compensación de impuestos, es decir, periódicamente aplicarlo contra impuestos a cargo hasta agotarlo.
Todo iba muy bien y al final nos terminamos de compensar todo el importe del saldo a favor que se obtuvo. El cliente estaba satisfecho ya que durante unos cuantos meses la empresa no desembolsó cantidad alguna para cubrir el pago provisional de ISR.
Al poco tiempo de haber realizado las compensaciones correspondientes nos llego un notificador del SAT y después de unas cuantas firmas nos entregó la notificación y se marchó.
En dicha notificación se nos explicaba que el SAT había detectado inconsistencias en las compensaciones y que según sus cálculos nosotros habíamos compensado de más y por tal motivo ahora resultaba un saldo por pagar. Al final nos indicaba el plazo correspondiente para modificar y presentar las declaraciones complementarias necesarias para corregir.
Posteriormente iniciamos la revisión de los cálculos y no encontrábamos algún error y decidimos comunicarnos con ellos para tratar el tema y afortunadamente nos asesoro un buen elemento. Nos explico la forma en que el SAT realiza el cálculo con un ejemplo sencillo y revisamos los fundamentos legales que le dan sustento a las operaciones y todo estaba claro, nosotros estábamos en un error y el SAT en este caso tenía razón. Tuvimos que modificar las declaraciones y realizar los pagos por las diferencias que resultaron a nuestro cargo.
La verdad es que gracias a esta buena asesoría aprendimos a realizar el cálculo correctamente y ahora se los quiero compartir a ustedes para que no les pase lo mismo y queden mal con sus clientes.
¿Quieres saber como nos fue a nosotros con nuestro cliente?
Pues sí, adivinaste, ya que pasamos un momento desagradable. En pocas palabras, tuvimos que aceptar nuestro error y asumir las consecuencias, aparte de cubrir el importe de los recargos y la actualización que resultaron a cargo. Creo que finalmente la asesoría que nos proporcionó este buen asesor del SAT salió algo onerosa pero si vemos el lado positivo aprendimos algo nuevo.
Explicación: